martes, 4 de abril de 2017

EXPRESIONES CORPÓREAS (157)

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA AMORIS LAETITIA
“SOBRE EL AMOR EN LA FAMILIA”
Capítulo IV El amor en el matrimonio `Violencia y manipulación´
Punto 157. Sin embargo, el rechazo de las desviaciones de la sexualidad y del erotismo nunca debería llevarnos a su desprecio ni a su descuido. El ideal del matrimonio no puede configurarse sólo como una donación generosa y sacrificada, donde cada uno renuncia a toda necesidad personal y sólo se preocupa por hacer el bien al otro sin satisfacción alguna. Recordemos que un verdadero amor sabe también recibir del otro, es capaz de aceptarse vulnerable y necesitado, no renuncia a acoger con sincera y feliz gratitud las expresiones corpóreas del amor en la caricia, el abrazo, el beso y la unión sexual. Benedicto XVI era claro al respecto: «Si el hombre pretendiera ser sólo espíritu y quisiera rechazar la carne como si fuera una herencia meramente animal, espíritu y cuerpo perderían su dignidad» [163]. Por esta razón, «el hombre tampoco puede vivir exclusivamente del amor oblativo, descendente. No puede dar únicamente y siempre, también debe recibir. Quien quiere dar amor, debe a su vez recibirlo como don» [164]. Esto supone, de todos modos, recordar que el equilibrio humano es frágil, que siempre permanece algo que se resiste a ser humanizado y que en cualquier momento puede desbocarse de nuevo, recuperando sus tendencias más primitivas y egoístas.
Notas:
[163] Carta enc. Deus caritas est (25 diciembre 2005), 5: AAS 98 (2006), 221.
[164] Ibíd., 7: AAS 98 (2006), 224.

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