EXHORTACIÓN APOSTÓLICA AMORIS LAETITIA
“SOBRE EL AMOR EN LA FAMILIA”
Capítulo III La mirada puesta en Jesús: vocación de la
familia `Jesús recupera y lleva a su plenitud el proyecto divino´
Punto 65. La encarnación del Verbo en una familia humana, en
Nazaret, conmueve con su novedad la historia del mundo. Necesitamos sumergirnos
en el misterio del nacimiento de Jesús, en el sí de María al anuncio del ángel,
cuando germinó la Palabra en su seno; también en el sí de José, que dio el
nombre a Jesús y se hizo cargo de María; en la fiesta de los pastores junto al
pesebre, en la adoración de los Magos; en fuga a Egipto, en la que Jesús
participa en el dolor de su pueblo exiliado, perseguido y humillado; en la
religiosa espera de Zacarías y en la alegría que acompaña el nacimiento de Juan
el Bautista, en la promesa cumplida para Simeón y Ana en el templo, en la
admiración de los doctores de la ley escuchando la sabiduría de Jesús
adolescente. Y luego, penetrar en los treinta largos años donde Jesús se ganaba
el pan trabajando con sus manos, susurrando la oración y la tradición creyente
de su pueblo y educándose en la fe de sus padres, hasta hacerla fructificar en
el misterio del Reino. Este es el misterio de la Navidad y el secreto de Nazaret,
lleno de perfume a familia. Es el misterio que tanto fascinó a Francisco de
Asís, a Teresa del Niño Jesús y a Carlos de Foucauld, del cual beben también
las familias cristianas para renovar su esperanza y su alegría.
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